Ana Isabel Carretero
Nacida en marzo 1962
Madrileña de nacimiento e hija adoptiva de Cataluña (Media vida en Madrid, y media en Cataluña)
Dos maravillosos hijos, Alba 34 y Aram 22 años
MI HISTORIA: Sí, soy inquieta y polifacética por naturaleza. Y siempre me ha gustado aprender cualquier disciplina, sobre todo aquellas que motivaban mi interés.
APRENDIZAJE por INTERÉS: Me ha gustado dibujar y pintar desde que tengo uso de razón y hacía dibujos muy buenos desde los 8 años de edad, por ello con 18 me apunté a una de las mejoras academias de Madrid. También me gustaban los niños y a los 19 años me formé para poder trabajar con ellos y a los 43 años, fundé mi primer centro infantil en un pueblo de Gerona. Y por supuesto la artesanía a los 20 años, de la cual aprendí: cestería, bisutería, cuero, telares de alto y bajo lizo, etc… y por fin monté mi taller de telares en un pueblecito en León a los 25 años.
APRENDIZAJE por DEBER: Pero curiosamente, no solo uno tiene que aprender lo que le motiva su interés, sino también aquellas que es nuestro deber para con nosotros mismos.
En este caso uno tiene que aprender un oficio que pueda tener una salida laboral, así me formé como administrativo, que era lo que se llevaba en esa época, y tuve mi primer trabajo. También tenía que aprender, me gustara o no, a guardar mi ropa en el armario y no dejarla ropa por todos lados, a coser, a hacer mi cama, a cocinar, a ordenar, a limpiar.
APRENDIZAJE VIVENCIAL/EXPONTÁNEO: También están aquellas experiencias que la vida te pone delante, y de las cuales aprendes sin enterarte.
Conocí un lugar especial en un pueblo de León, donde conviví durante muchos fines de semana y más tarde dos años enteros una experiencia de convivencia y aprendizaje sobre las relaciones humanas, la alimentación y la medicina natural. No era una escuela, era un lugar donde se comía de forma natural, se trataban pequeñas dolencias, con hidroterapia, plantas medicinales, etc… y donde el convivir en grupo, el ser y conectar contigo mismo era esencial. Fue lo que yo llamaría ahora, un aprendizaje vivencial. También saboreé en aquel lugar el aprendizaje autodidacta, porque comencé a leer muchos libros alternativos que había en una de sus bibliotecas y aprendí diferentes disciplinas que sigo utilizando hoy en día a nivel personal y profesional.
APRENDIZAJE S.O.S: Pero a medida que iban pasando los años, ¿de forma forzada? ¿inevitable? ¿fatal? Tenía que ir aprendiendo aquellas cosas que me suponían un reto, un problema, un inconveniente, una frustración o dolor.
Pero curiosamente…¡Estas!, no aparentaban en absoluto que me estuvieran pidiendo ¡Ehh!!... ¡aprende algo de esto!, no, en absoluto. Muy al contrario, ante tales dificultades, lo que había visto en la gente de mi alrededor era…RE-SIG-NA-CIÓN: “Mira, es que tengo hipertensión arterial” “He perdido mi trabajo” “Tengo ataques de ansiedad” “Estoy destrozada mi novio me ha dejado” “no consigo poder estudiar, me cuesta muchísimo”….y así, un largo y larguísimo etcétera.
Pasó mucho tiempo hasta que me di cuenta que también se podía aprender de los desastres, pero para ello, tenía que “saber”, que había formas, modos y maneras de aprender.
Al principio fue de forma espontánea e inconsciente. Uno de estos aprendizajes fue con el bailar.
En la adolescencia, cambió mi mundo 360ª (¡cómo a todo adolescente!), pero en mi caso, con la cara llena de granos, encorvada, y con unas gafas horribles y un peinado nada favorecedor, empezaron a no quererse relacionar conmigo, ni mis amigos, ni cualquier persona que se acercara a mi vida. Así me volví vergonzosa y muy tímida y con la autoestima no por los suelos, sino en las mismísimas profundidades de la tierra. Mi cuerpo se volvió rígido, encogido y me costaba incluso no solo moverme, sino respirar. Se creó un grupo en el barrio de baile. Yo sabía que era torpe y poco espontánea, pero un conocido me animó a participar. Fue duro, pero finalmente conseguí salir del agujero, cambié mi forma de vestir, mi peinado, mis gafas, y mi temor a no saber bailar y poco a poco el baile, recuperó no solo la psicomotricidad de mi cuerpo y la soltura, sino que me recuperó y me trasformó en una persona totalmente nueva, con nuevos amigos y feliz.
Pero aún y todo apremiaban los aprendizajes dolorosos, cada vez iba acumulándolos, como el fregadero, cada vez más lleno de cacharros y de suciedad. Cuando me dí cuenta, a los 26 años ya me estaba ahogando. Un ataque de ansiedad, y la sensación de que me iba a volver loca, me trajo de nuevo a la tierra. ¡Me dí cuenta que no podía seguir así! Con mi aptitud, de ser buena y servicial para con todo el mundo, y de aguantar cualquier maltrato psicológico o verbal me estaba llevando a la ruina.
¿Los problemas?, no eran las circunstancias que vivía. No. Eran siempre mis relaciones personales, con personas que quería, o no quería; con personas que eran o amigas o enemigas, parientes, compañeros de trabajo, vecinos, compañeros de estudios… ¡daba igual!.
LOS LIBROS de AUTOAYUDA: Mis grandes maestros. Así apareció de la nada, en una de las mayores crisis existenciales a los 27 años, mi libro “salvador”, que me hablaba de la manipulación mental y emocional en la comunicación, y más tarde otros libros que me hablaban de mis derechos básicos como persona, que me hablaban de cómo superar miedos, del empoderamiento personal, de cómo superar situaciones desagradables o hirientes con otras personas…en definitiva libros de crecimiento personal o autoayuda. Y este fue el inicio de mi nuevo aprendizaje por supervivencia, y descubrí la importancia “vital” y digo vital, para mi vida, porque efectivamente me salvó, de la locura, de la enfermedad y del sufrimiento extremo. Mucho he aprendido desde entonces, y posteriormente me fui formando académicamente en muchas de sus disciplinas y también de forma autodidacta e investigando. A los 37 años comencé a nivel profesional hasta la actualidad.
Y para finalizar el blog de hoy, deciros que este viaje por todos mis aprendizajes, me llevaron a practicar todo aquello que aprendía, fase inevitable del propio aprendizaje y su verdadero fin.
Esta es mi breve/larga historia del blog de hoy. Espero sinceramente, que el aprendizaje y su práctica como a mí, os sea no solo de gran ayuda, sino la pauta para seguir creciendo, disfrutando y co-creando con vuestra propia vida.
Por ello, este proyecto de “Live with Life” que abarcan 5 proyectos más…, entre ellos
es el resumen de todo mi aprendizaje y que quiero compartir con todos vosotros. Durante estos 30 años, he adquirido herramientas, conocimientos, estrategias y visión global del ser humano suficiente, para poder ofrecer enseñanza de habilidades personales y sociales para cualquiera que lo necesite. También he adquirido experiencia profesional a través de consultas personales y actividades grupales de convivencias en casas de turismo rural.
Ana Isabel Carretero
Coach Personal y Grupal / Terapeuta Salud Natural
696-824275
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